"La calle no es ni buena ni mala; hay que saber cruzarla"

martes, 13 de diciembre de 2011

Gracias y hasta pronto!


Quería que el final de este blog tuviera algo de especial y aún más personal de lo escrito hasta ahora. Por ello, os dejo aquí un vídeo que hicimos cuando volvimos de Bolivia hace ya 8 meses. El escrito está en vasco (siento que muchos de vosotros no podáis entenderlo) pero adjunto este vídeo para acercaros un poco más a todas las vivencias creadas a partir de esta experiencia que siempre recordaré y jamás podré olvidar.

Gracias por haberme seguido durante todo este tiempo, y espero retomar el blog en un futuro :)

Maddi

sábado, 10 de diciembre de 2011

Un poco de mí - Edwin Ortuño, 14 años


Después de una semana de puente, retomo mi blog con el escrito de un niño, sacado de una revista boliviana dedicada a ayudar a los niños trabajadores. Esta revista, llamada Inti, recoge semanalmente diferentes historias y narraciones de niños en esta situación y les aporta una cantidad de dinero, que logran mediante lo conseguido vendiendo esta revista.

viernes, 2 de diciembre de 2011

La educación bilingüe

Durante toda la estancia en Bolivia, también tuvimos tiempo de viajar y ver otras realidades del otro lado del charco. Por todo Bolivia se veía una constante lucha entre los pueblos indígenas y las grandes ciudades. Una constante lucha por salvar una cultura olvidada frente a una globalización que no dejaba espacio para ésta.

El quechua y el aymara vivían todavía en las pequeñas aldeas del altiplano boliviano, mientras que en las ciudades poco se hacía para conservarlas.

Es cierto que la llegada de Evo Morales a sustentado varios programas por fortalecer estas culturas perdidas, pero a pesar de esto, la propia inercia de la vida parece que lucha contra estos pueblos perdidos. Una de las cosas que no me gustó mientras cooperaba en la escuela pequeña de Ocurí, fue que yo no sabía quechua y que por tanto, no podía impartir clases en su idioma. Intenté integrarlo en mis clases a base de que ellos me enseñaran a mí lo más sencillo del idioma, haciéndoles ver que me interesaba por él y que quería aprenderlo. Pero tuve la constante sensación de que más que enseñarles, impedía un proceso de enseñanza. Claro que, también tuvo buenas consecuencias, pues como una de las lenguas oficiales bolivianas, también se debía impulsar el castellano y en un entorno como el de Ocurí, no es fácil encontrar a gente que lo hable.

Dudo que en Ocurí vaya a desaparecer el quechua, pero es cierto que en muchas regiones bolivianas tanto el quechua como el aymara están poco a poco, desapareciendo, y es algo que todos juntos debemos impedir, pues no sólo es el idioma; detrás de él se guardan miles de años de historias y culturas diferentes.